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¿Por qué me enojo?


 

Todos tenemos el potencial de ser felices y también tenemos el potencial de ser miserables. El potencial de ambas cosas está presente en todos y cada uno de nosotros.

Si queremos ser felices, entonces debemos tratar de desarrollar los aspectos positivos y útiles de nosotros mismos. Tenemos que esforzarnos por reducir los patrones negativos a los que prestamos tanta atención.

Los actos positivos siempre nos aportan fuerza interior. Con fuerza interior tenemos menos miedo y más confianza en nosotros mismos. Debido a que la mente controla el cuerpo, no importa si el acto positivo es un pensamiento mental o una expresión externa. Todo comienza con un pensamiento.

Es muy importante reconocer nuestro potencial tanto positivo como negativo, y luego observarlo y analizarlo con mucho cuidado.

La mente no está fija; por lo tanto, es posible mejorar la calidad de nuestros pensamientos. Podemos entrenar nuestro cerebro para disminuir la ira, el odio, los celos y la negatividad. Y es absolutamente posible aumentar las cualidades de amabilidad, apertura, amor y positividad para nosotros y los demás.

Nuestra mente tiene la mayor influencia sobre nosotros, por lo que debemos dedicar nuestros esfuerzos más serios a lograr la paz mental.

En nuestras vidas miramos natural e instintivamente hacia el mundo material. Esperamos y exigimos felicidad de nuestra pareja, nuestro trabajo y todo lo demás. Cuando no cumple con nuestras expectativas, nos enfadamos o nos deprimimos.


La ira es interesante cuando la observamos desde dentro. La expresión externa de no obtener lo que desea es la ira.


Tómate un momento para reflexionar.


Ahora pregúntese; cuando me enojo, ¿es porque no obtengo lo que quiero?


Conduciendo el coche, nos encontramos con tráfico y nuestra reacción instantánea es la ira. Nuestro compañero no nos escucha, nuestra reacción es de ira. Te perdiste ese trabajo perfecto y sí, lo adivinaste, ira.


La depresión es la expresión interior de la ira. Nos deprimimos porque no obtenemos lo que queremos. Cuando el mundo que nos rodea no cumple con nuestras expectativas, sentimos una sensación de separación, desapego y nos retiramos.


Requiere reflexión personal para comprender el funcionamiento de la mente. Estamos tan acostumbrados a decirnos a nosotros mismos que estoy deprimido, hundido en la confusión emocional y la experiencia de la sensación sentida que es tan absorbente. En este estado perdemos nuestra claridad mental.


Cuando pensamos en la felicidad, solemos pensar que yo, mi, yo, quiero, necesito. Cuando el "yo" no recibe lo que quiere, se porta mal.


Necesitamos reconocer que mientras vivamos en este mundo encontraremos obstáculos y problemas que obstruirán nuestras metas de vida. No es raro perder la esperanza y desanimarse. Tenemos que utilizar esto como base para el cambio.


Solo desear y esperar no transformará la mente; también necesitamos esfuerzo y compromiso. La transformación no sucederá de la noche a la mañana; los viejos hábitos, especialmente los mentales, se resisten al cambio. Pero con esfuerzo definitivamente puedes lograr cambios mentales positivos y mejorar tu bienestar.


Por mi propia experiencia, estoy convencido de que a través de un entrenamiento constante podemos desarrollar nuestra mente. Cuando realmente reconocemos que hay alguna necesidad de cambiar, entonces nuestra mente puede cambiar.


La meditación es una herramienta para enfocar, estabilizar y relajar la mente. En este estado, creamos el espacio suficiente para que nuestros problemas y emociones no nos abrumen. La claridad que proviene de una mente estable nos da espacio para reflexionar.


Si somos audaces y estamos dispuestos a cambiar, la transformación puede comenzar.


Comience su práctica de meditación como un breve ritual diario. Con una práctica reflexiva, no significa que reprimamos nuestras emociones. Comenzamos a trabajar con emociones como la rabia, la ira y las emociones negativas que surgen.


La ira y la depresión son indicadores de que no estamos obteniendo lo que queremos. La vida no se trata de conseguir lo que quieres, se trata de vivir en armonía con lo que tienes. Y la armonía proviene de tener una mente realista, tranquila y reflexiva.


La felicidad en el aquí y ahora es un asunto interno.


Daniel Troyak es un terapeuta basado en Mindfulness.

Con su apoyo, desempaqueta y desentraña el contenido de la mente.

Aprenda las herramientas para el procesamiento emocional y la curación para que pueda vivir una vida feliz, tranquila y pacífica.














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